martes, 23 de febrero de 2010

LA SANTA CENA

El Señor llama a sus siervos y les dice: convocad una cena, en la que daremos a conocer a todos los afiliados, simpatizantes y amigos, quienes serán mis Elegidos , para que como pastores, conduzcan por buen camino a nuestro P.P. y con ello a nuestro pueblo.


Los siervos obedientes con su Señor, no sólo organizan tal evento, sino que yendo más allá, homenajean en el acto a su Señor, elevándole a los Cielos…

Tras una cena llena de miradas, cuchicheos, cambios de silla y expectación se llega a una ridícula presentación, por parte del que se cree su siervo más fiel, dando lugar al espectáculo más lamentable, cutre y sin sentido que es homenajear, en patio de corral, al Señor en vez de haber contado con su pueblo, Ayuntamiento, Estamentos oficiales y amigos.

A continuación, toma la palabra el Señor: “el Señor ha hablado”, obedientes todos ellos, con sonrisas, aplausos y vítores es aclamado, excepto por algunos Judas que presentes están, como en la SANTA CENA.

No podía faltar en semejante acto, ese incondiciónable apoyo del Espíritu Santo a tal Señor, al igual que la presencia de los Ángeles llegados de todos los lares, para dar su apoyo en esa ascensión a los Cielos; para completar, hasta Satanás se presento con sus mejores atuendos, ¿A caso tendrá un pacto con el Señor?

Es presentado el comité ejecutivo, o sea a los Elegidos los alza a Apóstoles que como siervos sumisos y obedientes arropan al Señor, (vemos entre ellos al hijo de” su” padre) pero……... ¡¡ qué pasa!! ¿ quién se olvida de los estatutos del P.P., ni el Señor, ni el Espíritu Santo se acuerdan de los miembros natos de este comité? aunque tampoco es de extrañar, porque ni la Santísima Trinidad se acuerda en esta Santa Cena de que el pueblo está gobernado por el P.P., y que hasta su propio dirigente es del P.P., así pues… ¡¡ qué se puede esperar.!!

Llega el tiempo de alabanzas, apareciendo otro intachable de los siervos llegado de las bienaventuranzas, sin recordar el pasado y haciendo alarde del presente, empieza su ya conocida retórica:

Bienaventurado por todas las obras realizadas en tu pueblo.

Bienaventurado por todas las subvenciones que conseguiste para tu pueblo.

Bienaventurado por todos estos años dedicados a tu pueblo etc..

Tantas y tantas bienaventuranzas, como sacadas de una letanía, todas ellas plasmadas en un pergamino que muchos siervos y no siervos, firmaron para memorándum del Señor “ ¡¡Oh Señor!! Esperamos que desde tu Trono Celestial nos des la bendición”.

Llegados a este punto me pregunto: ¿no hubiera sido mejor, aprovechar esta preciosa ocasión, para acercar diferencias, por todos conocidas, dentro del P.P. (unir…unir… y no separar) QUE LASTIMA DE TIEMPO PERDIDO.



Ya pasada esta pantomima, vamos a dar algunos datos sobre la situación en la cena del Señor:

Entrando a la derecha y sobre la pared, encontramos una gran pancarta del P.P. con dos equipos de altavoces, una pequeña tarima y su correspondiente atril equipado con sus micros.

En el mismo frente se encuentra la mesa presidencial con el Señor y su noble y fiel siervo, muy bien acompañados por el Espíritu Santo y todos sus Ángeles ¡¡ pero que hace este ahí ¡¡ vemos al propio Lucifer entre ellos, ¿será infiltrado? ¿Será invitado? O acaso es el propio poder del diablo quien ahí lo ha sentado, la verdad es que entre ellos se encuentra.

A las alas derecha e izquierda de esta mesa presidencial como salvaguardando a la misma, se encuentran todos los siervos obedientes y sumisos junto a sus familiares.

Un poco mas al fondo a la derecha como en… la trastienda cerca de la entrada a la cocina pero en la misma orientación que las anteriores, encontramos a los díscolos, junto a los siervos de Lucifer.

Ya en otras direcciones, encontramos al fondo a la izquierda el pleno del ejercito en la reserva como invitados del Señor, junto una mesa de veteranos afiliados del P.P., como un poco fuera de onda por la rara forma en que se desarrollaba la cena. Entre esta mesa y la primera que se encontraba a la entrada a mano izquierda, donde estaban algunos amigos de la prensa, (también invitados del Señor) se situó una mesa con un grupo de amapolas, próximos afiliados al P.P., (si así el Espíritu Santo lo considera) e invitados por Lucifer.

Al fondo a la derecha encontramos dos mesas de invitados, como un nadie sabe donde, posibles del Señor, posibles de Lucifer, entremezclados entre si, pero sin tener conocimiento de donde estaban, ni porque habían venido, quizás ellos pudieran ser los mas acertados a la hora de establecer un criterio de lo allí ocurrido.

Y ya para cerrar esta exposición, encontramos entre la barra y la puerta de la cocina una mesa muy especial, con un cerebro pensante rodeado de varias mujeres (lo especial es que dicho cerebro pensante, paso varios años distanciado muy distanciado del Señor) se ve que la llegada del Espíritu Santo en su momento le ha reblandecido el corazón.

Todo muy estudiado, todo perfecto, solo falto que al finalizar el acto el Señor dijera: PODEIS IR EN PAZ.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

seguramente tu estabas en la última cena y aunque todavía no sé quien soy yo en la santa cena, tampoco sé a que bando perteneces tú. por qué no firmas el artículo? es que tienes miedo???
además leyendo la carta me parece que el que no estabas ubicado eras tú....aunque creo que estamos todos un poco desubicados porque no dejas claro quién es quién.
PD: de todas formas enhorabuena, no has acertado ni una pero el artículo está currado
jejjeeejejjjjjejejjejejjej

Anónimo dijo...

Enhorabona per la descripcio tan acertada que fas de la actual situacio al "partit politic" del nostre poble.
Tal volta no sap ningu "quien es quien", per que realment estan tots descolocats, no saben a qui marcar ni qui les cubrix, tan sols saben el lloc del camp que ocupen, encara que igual poden atacar o defendre, tant caba un costat com caba l'altre.
M.I.